jueves, 5 de junio de 2008

Enfoque

En los últimos tiempos el cuerpo y el lenguaje del cuerpo han ocupado un lugar significativo en las discusiones de importantes investigadores del tema. Durante largo tiempo el cuerpo fue solamente un instrumento del espíritu, ahora se reconoce el papel de este y de las reacciones corporales dentro de la totalidad de la personalidad. Cuerpo y mente, vida interior y lenguaje corporal resultan inseparables. En el cuerpo se manifiesta la conducta y allí todas las conductas son posibles. La mente, el cuerpo y las relaciones interpersonales influyen en el comportamiento puesto que la persona es su cuerpo, pero también su mente y sus lazos. A través del cuerpo recibimos impresiones del mundo exterior, por medio de el nos comunicamos y leemos la conducta. La auto observación y la posibilidad de observar la conducta corporal de otras personas llevan a una conciencia corporal desarrollada. Esta observación se da a partir de los sentidos o a partir del movimiento mismo.

La vida psíquica y la vida corporal del hombre son inseparables, nuestra expresión corporal – nuestras posturas, actitudes, gestos, el sonido de nuestra voz, la forma de mirar, nuestro ritmo respiratorio etc. – manifiesta nuestra vida afectiva. Aprender a conocer nuestro cuerpo a través de múltiples experiencias con significado interior, a formular dichas experiencias y a observar la conducta corporal de otros, a entender que existe una estrecha relación entre sentimiento y movimiento, significa además de adquirir una conciencia corporal, desarrollar un lenguaje corporal para comunicarnos.

Diversas son las disciplinas que abordan y utilizan el trabajo corporal, la expresión corporal asociada con juegos, danza y teatro constituye un medio educativo esencial a través del cual los individuos en general pueden ayudarse en su crecimiento y desarrollo, acá el movimiento, proporciona un medio corporal directo, que permite que el individuo dentro del grupo pueda florecer. La expresión corporal la concebimos como un conjunto de procedimientos donde el cuerpo, el movimiento y la acción ocupan un lugar preponderante. El trabajo corporal se aborda a partir de la comprensión del cuerpo como orgánico, significativo, socio-cultural y lugar de inscripción de la historia del sujeto. Comprendemos que el cuerpo tiene un significado biológico, un significado para cada sujeto y una incidencia socio-cultural resultante de la interiorización de los otros y de la actividad que despliega el sujeto. Así pues, la postura, los estados corporales, los movimientos etc., son comprendidos desde un enfoque global y no desde la perspectiva de solo alguna de estas determinaciones.


Por otro lado en la educación en general se hace énfasis únicamente en el desarrollo de la inteligencia, olvidando las capacidades que tienen que ver con la creatividad: preguntar, hallar respuestas, descubrir forma y orden, volver a pensar y encontrar nuevas relaciones, criticar y plantear nuevas alternativas a viejos problemas. Darle al niño la oportunidad de crear a partir de sus conocimientos es la mejor manera de prepararlo para su futura acción.

Autores como Rudolf Arnheim. Elliot Eisner o Howard Gardner entre otros, afirman que el hombre aprende a través de los sentidos, aseveran que entre más sentidos intervengan en el proceso enseñanza aprendizaje, más fácil se logra la aprehensión de los conocimientos y más rápidamente se establece la interacción entre el sujeto y el medio ambiente. Por esto se debe desarrollar la educación de la sensibilidad, convirtiéndola en una de las partes importantes del proceso educativo. La proposición de Arnheim de que el sistema sensorial es uno de los principales recursos de nuestra vida cognitiva, y que la percepción es un hecho cognitivo, revienta los conceptos de las teorías educativas tradicionales en las que las cuestiones de percepción están relacionadas con la sensación no inteligente. Los sentidos desempeñan un papel importante en nuestra vida cognitiva, aprender a utilizarlos con inteligencia es un compromiso de nuestra educación. Para que la mente crezca, necesita contenido sobre el que reflexionar. Los sentidos como parte de un todo cognitivo inseparable aportan ese contenido.

Lo que aprendemos dependerá, esencialmente, de lo que realmente hemos vivido y del carácter de esta vivencia. Así el niño domina y comprende una situación nueva por medio de su propia exploración y no por referencia a la experiencia de su maestro. Nada puede sustituir la práctica personal. El “tanteo experimental” del método Freinet, es una aplicación de este principio pedagógico fundamental. Una de las tareas del educador será entonces la de colocar al grupo de alumnos frente a condiciones experimentales que tengan en cuenta sus auténticos intereses. Por lo tanto nuestra propuesta será amplia y flexible, apoyada en las circunstancias actuantes del medio social que interprete los avances científicos en el campo del desarrollo del niño y de la educación artística. Y mediante la estructuración de criterios humanistas, generados desde una perspectiva histórica, se posibilite la apertura hacia una interrelación social, cognoscitiva por un lado y motriz y afectiva por el otro.

No hay comentarios: