jueves, 5 de junio de 2008

Objetivo general

El objetivo de esta actividad es multifacético, engloba la interiorización de las sensaciones corporales, la capacidad de concentración, la sensibilización y la conciencia de nosotros mismos para desarrollar un mayor equilibrio, comprensión y unidad del comportamiento psicofísico. Todo esto para incentivar su fuerza imaginativa y creativa estableciendo una corriente equilibrada entre lo racional y lo inconsciente lo cual conlleva a la desinhibición como resultante de un trabajo paciente y lento. Por ultimo todo esto ayuda a despertar la capacidad de comunicación fundamental en la relación con el otro.

La actitud a desarrollar es la de descubrir, explorar, investigar, respetar al otro, que no haya una mirada enjuiciadora ni valorativa sino una que lleve la intención de comprender qué está ocurriendo. El eje de este modelo es la vivencia, la experiencia sobre la que se irá articulando la información. A partir de ésta se va progresivamente hacia la noción, no solo de la experiencia individual, sino la de integrar un grupo, confrontar ideas, pensar con otros, sacar conclusiones, superar obstáculos entre otros.

En el trabajo corporal cada uno es productor de información, la cual surge de cada individuo, de lo que pasó; es una información sin distancia, íntima, a lo que se suma lo que se produzca en la reflexión. Se trabaja con propuestas verbales, los alumnos producen las respuestas y juntos maestros y alumnos entran al tramo de la reflexión. El maestro observa todo lo que pasa, va registrando todos los datos que pueda de cada uno de los integrantes del grupo y del grupo y los procesa. Todo lo que ocurre en la clase en términos de respuestas y el trabajo de reflexión son las cosas que van surgiendo, los emergentes. Trabajamos entonces, con didáctica de emergentes. A partir de la lectura de emergentes, como a partir del procesamiento de los datos de cada clase se va formulando los objetivos de la clase siguiente.

La herramienta por excelencia del trabajo corporal es el juego, en todas las etapas, el juego es un primordial elemento para el niño o el joven, porque es una la forma de aprender, de interactuar, de recibir y probar respuestas y reacciones, de hacer el ensayo error de sus próximos años, de sentirse persona pensante e importante en su medio, a través del juego desarrolla su habilidad espontánea que la tiene naturalmente pero que la sociedad en ocasiones cohíbe. El juego, en el niño, es como un estado de conciencia encantada, aprender a expresarse placenteramente a través de él, motiva el auto conocimiento y los aspectos sociales en el niño.

El juego es una acción o una actividad voluntaria, realizada en ciertos límites fijos de tiempo y lugar, según una regla libremente consentida pero absolutamente imperiosa provista de un fin en sí, acompañada de una sensación de tensión y de júbilo, y de la conciencia de ser de otro modo que en la vida real. J Huizinga

Comprendido de esta manera, el poder jugar es algo muy serio. Es serio para un adolescente y niño porque es su posibilidad de crecimiento y es serio para un adulto porque es su oportunidad de seguir creciendo. La actitud lúdica es generadora de vida, de crecimiento, de salud, de creatividad, de aprendizaje. Por eso es que el juego, en principio actividad espontánea, es también utilizado en sentido técnico: a- como estrategia para el desarrollo de la creatividad en el aprendizaje de una técnica: teatral, musical o corporal.

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